e acabaron las fiestas navideñas y con ellas los excesos en la alimentación. Iniciamos el mes de enero cargados de buenos propósitos entre los que todos los años destaca ponernos a dieta o, al menos, quitarnos los kilos de más cogidos entre tantas comidas, cenas y celebraciones. ¿Mentalizados para ello? En esta ocasión, en vez de seguir una dieta estricta, vamos a marcar unos hábitos y pautas que seguro ayudarán a perder peso.
Comenzaremos por pesarnos al inicio de la semana: todos los lunes por la mañana, antes de desayunar y desnudos, nos subiremos a la báscula e iremos anotando nuestro peso. A continuación estableceremos los menús de cada día en los que habrá que reducir el pan, la pasta, el arroz, los dulces y el alcohol. Si tenemos muchas ganas de tomar alguno de estos alimentos podemos recurrir a un trozo de chocolate negro, un trozo de pan con pavo, jamón york o jamón serrano, una copa de vino…, pequeños bocados para saborear pero sin abusar para no engordar.
También ayuda mucho dedicar el menú de los lunes a las verduras, ensaladas, frutas, zumos, algo de queso y frutos secos, desterrando las carnes y pescados, pues ello nos servirá para depurarnos del fin de semana y comenzar más 'ligeros' la semana. El resto de días incluiremos las carnes y pescados pero siempre cocinados a la plancha. Y si tenemos que comer fuera de casa, lo mejor es evitar los platos cocinados y decantarnos por platos en crudo: ensaladas, verduras a la plancha, etc.
Y el domingo tendremos nuestro capricho particular, pues podremos comer cualquier tipo de alimento sin preocuparnos de las calorías, como premio a una semana de sacrificio, siempre y cuando no abusemos en exceso y mantengamos una alimentación equilibrada y saludable